Los directivos del Yipiranga, un humilde club que busca ascender a la primera división del campeonato de fútbol del estado brasileño de Río Grande do Sul, han encontrado una original fórmula para atraer su desconfiada hinchada a la cancha: el club paga una pequeña suma a los aficionados que acuden a su estadio.
La cadena televisiva "Globonews" ha informado de que hace dos fines de semana en un partido que el equipo, pese al apoyo de los pocos "torcedores" que unieron el reclamo material al amor por la camiseta, empató sin goles con el Lajadense.
Los directivos del Ypiranga, un club del interior del estado más austral de Brasil, tuvieron que rifar un televisor y un antiguo coche Volkswagen para compensar las perdidas financieras que registró su flaco presupuesto debido a la iniciativa.
Pese a abandonar el modesto estadio con más dinero del que tenían cuando llegaron, un hecho por lo menos raro, hinchas del Ypiranga manifestaron al canal de televisión que no pretenden volver a animar al club tan pronto, "porque el equipo es muy malo" y no merece el apoyo, aunque sea remunerado.
EFE Publicada el Lunes 11 de octubre de 1999
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