Sus caras ya están pintadas con signos de guerra y el hacha ha sido desenterrada. El objetivo de los indios Kayapós de Brasil es ahora claro: acabar con los Estados Unidos, nuevos dueños de la reserva en la que vive la tribu.
Todo comenzó cuando el terreno en el que viven los Kayapós, con una superficie mayor que Bélgica, fue vendido ilegalmente a una empresa estadounidense. La reserva estaba delimitada por el gobierno federal desde 1991, aunque la protección no constaba como tal en la notaría de Sao Felix do Xingú. Allí se vendieron los terrenos a la empresa Allied Cambrigde LLC por un millón de dólares, una cifra insignificante.
"Estoy pisando tierra Kayapó, la misma que pisaron mis abuelos y pisarán mis nietos. Los indios no van a hablar mucho. Si ese papel no se anula, va a haber guerra en Xingú", afirmó en su momento el viejo cacique de la tribu. En la reserva hay ocho aldeas en las que viven cerca de 5.000 indios que tuvieron su primer contacto con el hombre blanco en 1936.
El caso es que en varios documentos aparece un tal Jovelino Nunes Batista como propietario de las tierras, pero nadie conoce en la región al terrateniente y hasta el alcalde de la Xingú, Antonio Levino, está convencido de que nunca existió una persona con este nombre.
Las tierras fueron adquiridas por la empresa estadounidense por medio de su filial en Brasil, que compró cada hectárea al precio de 70 centavos de dólar, mientras que en la región la hectárea vale 140 dólares aproximadamente.
La empresa Allied pretende explotar madera, oro y piedras preciosas, además de crear haciendas agropecuarias y llevar a cabo investigaciones científicas medicinales con la flora y fauna de la región.
En Brasilia, el responsable de la Fundación Nacional del Indio (Funai), Roque Laraia, aseguró que el contrato no tiene ninguna validez y los indios pueden estar tranquilos en sus tierras. "No saben con quién se están metiendo, los Kayapós no toleran a extraños en sus tierras", afirmó.
Según el Ministerio de Política Agraria, la notaría de Xingú está incluida en la lista de 50 instituciones que falsifican contratos de propiedad agrícola en Brasil.
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